04 julio 2012

Microrrelato Express # 127


El mago me eligió de entre todo el público para meterme en aquella caja y cortarme con un serrucho por la mitad. En el último momento, viendo mi cara de pánico, me ofreció cambiar el truco y hacerme, simplemente, desaparecer. No lo dudé y acepté el trato.


Lo siguiente que recuerdo es la visión del patio de butacas desde el interior de una chistera y unas ganas enormes de comer lechuga.

2 comentarios:

William phileas fog dijo...

Si señor,
Patria de grandes magos España..
En ningun sitio vi desaparecer con tanta facilidad millones y millones de euros y aparacer en chisteras de paraisos fiscales.

Dyhego dijo...

Más claro:
La única magia es la de los Reyes Magos.
Salu2 mágicos.