28 diciembre 2007

Feliz Año Nuevo si pueden...


En 1908 impacta contra la Tierra un meteorito de cincuenta metros de largo a una velocidad de veinte kilómetros por segundo. El farruquito sideral devasta dos mil quinientos kilómetros cuadrados de bosque en Siberia. Por las mismas fechas, la ciudad de Moscú queda semitapada por el agua a causa de la espectacular crecida del río Moscova: casi 127 metros sobre el nivel del mar. Afortunadamente para todos los habitantes de la época, aún no se había inventado el término “cambio climático” y nadie tuvo que cargar con la culpa sobre sus espaldas…

En 1908, los Estados Unidos deciden prohibir la inmigración de trabajadores japoneses. Éstos, en un primer momento, se enfadan bastante (de hecho, no han vuelto a sonreír desde entonces) pero luego se vengan haciéndonos creer que el pescado crudo entra dentro de la categoría “delicatessen” y que Akira Kurosawa es un director de culto…

En 1908, Louis Renault funda en Madrid la Sociedad Anónima de Automóviles Renault (SAEAR), segunda filial abierta en el mundo después de la de Londres. Cien años más tarde, Fernando Alonso tiene una magnífica oportunidad para echar por tierra el trabajo de mucha gente…

En 1908, en España se suspenden las garantías constitucionales en las provincias de Barcelona y Gerona a causa de una ola de terrorismo. Y sin salir de Cataluña, el obispo de Barcelona, también en 1908, publica una pastoral contra el proyecto del ayuntamiento de crear escuelas “bisexuales y neutras”. La Cadena COPE, de la mano de su gurú, Federico Jiménez Losantos, se relame pensando en la programación especial que dedicará a ambos eventos, a cual más esperanzador, católico y español.

Y para rematar la faena, en 1908 nacen Simone de Beauvoir, Atahualpa Yupanqui, Salvador Allende, Anna Magnani, Joan Crawford, Bette Davis, Von Karajan, John Wayne, James Stewart y Henri Cartier-Bresson. Europa, Estados Unidos, Latinoamérica…: el mundo entero festejará alborozado su centenaria onomástica. ¿Y qué sucederá en España? Bueno, aquí contamos en nuestro haber de 1908 con los nacimientos de Estrellita Castro y Carlos Arias Navarro... No digo más… Bueno, sí: que, para más INRI, el año que viene es bisiesto…

21 diciembre 2007

Cuento de Navidad versión XP


Ayer me preguntaba yo (llámenme curioso, llámenme aburrido de la vida, pero llámenme tarde, que yo no madrugo) si para esto de la navidad no existía la opción “Crtl+Alt+Sup”. Parece que no. Incluso hubo quien me alertó de los peligros de pulsar esas tres letras, ya que el sistema, o sea, la navidad, en vez de apagarse, puede reiniciarse… Y por ahí sí que no paso…

Me hacía yo esta pregunta porque Internet se llena estos días de motivos navideños, tantos y de tan mal gusto que cada vez se parece más a un bazar oriental o a un intercambio de regalos del “amigo invisible”, valga la redundancia. Ahí está circulando la foto de Belén Esteban junto al portal de su casa (“el portal de Belén”…, me parto… de vergüenza), la aplicación esa del “elfyourself” que me ha enviado mucha más gente de la que realmente conozco, los videos de borracheras en las que no falta una vomitona y un gorro de Santa Claus (a veces, incluso, trágicamente unidos)… En fin, toda una lacra a combatir.

Si buscas “Navidad” en Google, te salen la friolera de treinta millones de entradas… Demasiadas para una humilde tecla “Suprimir”… Pero si desglosamos esa cantidad, nos salen unos resultados muy curiosos:

Por ejemplo, la “Nochebuena” tiene 728.000 entradas, mientras que la “Nochevieja” alcanza las 785.000. En total, las cenas pantagruélicas suman 1.513.000. Si ahora buscas en Google la palabra “resaca”, te aparecen 1.420.000 entradas. Saquen ustedes sus propias conclusiones...

Pero, ¿dónde están esos 90.000 que no beben? Según el propio Google, 31.800 están en el “Portal de Belén”. Son pocos, teniendo en cuenta los 30 millones de adeptos a la navidad, y demasiados si nos fijamos en las dimensiones del propio portal. Fue en ese momento cuando el Niño empezó a darle vueltas al milagro de los panes y los peces…

Otras cifras curiosas que nos aporta Google tiene que ver con la tradición de los regalos. ¿Cuál creen ustedes que es el Rey Mago favorito del personal? Bueno, pues estas son las estadísticas:

Melchor: 1.420.000
Gaspar: 5.310.000
Baltasar: 1.560.000

¿Sorprendidos? Pues eso no es todo: Santa Claus cuenta con… ¡13 millones de entradas! O sea, que una sola persona hace casi el doble de trabajo que el que pueden hacer tres. Está claro: los Reyes Magos son funcionarios.

Podríamos seguir realizando este tipo de investigaciones navideñas para intentar entender un fenómeno tan absurdo, pero un amable lector me acaba de remitir la solución a todos mis males. Dice, literalmente: “Tío, olvídate de la opción Ctrl+Alt+Sup, que para eso necesitas coordinar tres dedos y no te veo muy capaz. Simplemente, pulsa la tecla de Escape”.

Arriba… a la izquierda… ¡Esc!

14 diciembre 2007

Del “Ya es Navidad” al “¡Hasta cuándo es Navidad!”


Llevamos tanto tiempo con la cantinela del “Ya es Navidad” y sus correspondientes celebraciones que, cuando te dicen que todavía faltan diez días para Nochebuena, te preguntas “¿será para la de 2008, no?”. Esto se está haciendo eterno… Soy yo el Niño y, viendo la que se está liando, lo mismo decido que no, que no nazco…

¿Se imaginan el follón que se puede montar si al final la noche del 24 el Niño no nace?... Ya me lo estoy imaginando… La matrona, en la puerta del belén (porque dentro no le dejan fumar), diciendo entre dientes “a mí me da igual, yo cobro por horas…” Los Reyes Magos, tras recomponer la cara de gilipollas que se les habría quedado, pensando en cómo rentabilizar el negocio… Así, Melchor se colgaría un cartel en el pecho que diría “Vendo oro”; Gaspar montaría un Espacio Chill-Out quemando incienso; y Baltasar… Bueno, a Baltasar no le quedaría más remedio que buscar el ticket de compra para intentar descambiar la mirra… A más de un pastor, después de recorrer cientos de kilómetros a pie con una oveja sobre los hombros (que también son ganas, oiga usted), se le escaparía un “¡me cago en…!”, y el caganer se hincharía a poner denuncias por plagio…

Por no hablar del despliegue mediático… Televisión Española elaborando sobre la marcha un especial “Corazón de Navidad encogido” y Carmen Sevilla programando en su Cine de Barrio la película “Se armó el belén”; Matías Prats, en los informativos de Antena 3, haciendo chistecillos del tipo “baja el índice de natalidad, el tuyo y cada vez el de más gente…”; Telecinco mandando a los reporteros de “Qué está pasando” mientras, desde el plató, Peñafiel echa pestes de la nuera de los Reyes Magos; Cuatro preguntando a Supernanny qué se hace en estos casos; y la Sexta y Canal Plus, en su línea, discutiendo sobre quién tiene los derechos de emisión del partido de fútbol del próximo sábado…

Por último, el director de la SGAE se suicidaría al calcular el dinero que no iban a ingresar por los royalties de los villancicos… Y cientos de miles de Amigos Invisibles deambularían desorientados por las calles con un paquete envuelto en papel de regalo pensando: “Y ahora, ¿qué hago yo con este regalo?... ¿Me tendré que quedar con semejante mierda?...”

Los únicos que no iban a tener ningún problema en caso de que el Niño no naciera y se suspendiera la Navidad iban a ser los del Cortinglés. Me juego el aguinaldo y parte del otro a que en la mañana del día 25 las fachadas de todos sus centros comerciales iban a amanecer con un gran cartel que diría: “¡Ya es primavera!”…

05 diciembre 2007

Necesitamos un cambio climático ¡ya!


Representantes del medio ambiente de medio mundo, y del otro medio también, se reúnen estos días para hablar de cambio climático en Bali, que es una ciudad, no una sauna ni un restaurante de comida oriental. De momento, no se han puesto de acuerdo ni en el clima que tiene que tener la propia sala de reuniones.

Hay quien dice que hace mucho calor y que hay que bajar la temperatura de la calefacción. Hay otros que opinan que eso mejor ni tocarlo, que el termostato lo carga el diablo y que bastaría con abrir las ventanas. Los americanos, siempre a su bola, piensan que se trata de un nuevo ataque de Apple a su querido Windows y dicen que las ventanas están bien como están, que no se tocan…

Mientras tanto, y para intentar poner algo de cordura en la discusión, la organización ecologista Greenpeace presenta la publicación de un libro, “Planeta frito”, escrito por un tal Sergio Bulat (no confundir con Borat, que éste sí que necesita un cambio, pero no climático, sino radical). En el libro, Bulat ofrece una serie de remedios caseros para combatir el cambio climático. A saber:

Usar nuestras propias bolsas de tela a la hora de comprar. Alguien debería comentarle a Bulat que hace tiempo que se inventó la rueda y que las bolsas de tela fueron sustituidas por los carritos de la compra. También podría sugerir el comprar menos para usar menos bolsas, ¿no?

Disminuir el consumo de productos de limpieza del hogar. Claro que sí. Las pelusas son ecológicas y, cuando se hacen grandes, son capaces de fagocitar moscas y mosquitos de manera autónoma.

Cocinar en microondas en vez de en el horno eléctrico convencional. Las radiaciones, supongo, se facturan aparte.

Lavar en frío y olvidarse del prelavado. Y si, además, lavamos poco, ahorramos agua.

Teletrabajo: trabajar desde casa y ahorrar energía y tiempo. Sinceramente, el trabajo no creo que sea un problema; todo el mundo se apunta a reducir la contaminación si para eso tiene que reducir su jornada laboral. Una vez más, los funcionarios se convierten en unos adelantados a su época…

Casual Summer. Es decir, vestir de manera más informal durante los meses más calurosos del año. Así evitamos tener que poner el aire acondicionado a veinte grados, con lo que eso contamina. Pero claro, ante la posibilidad de ver a tu compañera en top o a tu compañero en bermudas, a ver quién es el guapo que se presta a trabajar en casa…

A la vista de estos consejos, el perfil de persona ideal para combatir el cambio climático es alguien que compra poco, que limpia poco, que cocina con microondas, que usa poco la lavadora, que trabaja poco y que viste de manera informal…

Conclusión: el cambio climático se arregla de inmediato llenando el mundo de becarios.

Rodrigo Rato confía su destino profesional al azar